Por Oddet Hernández Lucio
Aquella tarde de verano no volverá, no volveré a mirar aquellos ojos cafés, aquella hermosa melodía no la volveremos a bailar.
Te fuiste de mi lado, me dejaste aquí olvidado, las risas se ahogaron y solo sufrimiento ha quedado.
¿Crees que va a ser fácil olvidar todo este amor, cariño?
Ahora aquí frente a tu tumba me vengo a despedir y donde quiera que estés, solo espero que seas feliz.