Nosotros unidos
Por Rusvelt Nivia Castellanos
Y vuelve el reconcilio;
nos mecemos sobre sedas,
jugamos a ser inocentes.
Estamos de nuevo reunidos,
por los lados provocamos gaviotas,
se nos quedan los ojos ruborizados de
entusiasmo. Mansedumbre apacentamos
en vez, como la compañía disfrutamos.
Unos cantos albergan nuestras voces.
Por lo acompasado del recogimiento,
musitamos nuestra juventud, la
acariciamos como a un girasol y
todavía levantamos el vaivén del cordel,
que desenvuelve nuestras confidencias.
Acrecencia somos graciosos,
nos echamos simpatías,
brincamos al lago de las plumas.