Por Pilar Sanjurjo Murujosa
pensé en hacer poema
la vez que volvía de Almagro
con una persona
que había conocido
esa tarde-madrugada
[disculpa si desvarío, es
que el tiempo juega conmigo]
hablábamos para mantenernos
alertas, quizás una de otra
el sol se fortalecía, como
en una lupa, con la ventana
del tren y nos cegaba de a poco
anestesiaban el sueño
solo nuestras voces