Vómito
Al nacer,
eran en el mar todos los recuerdos
como un atardecer nublado
al final de la tormenta,
y su oscuridad,
débil inicio, lamía en vaivén la marea.
Pasó el tiempo,
y lo que hemos dicho de las palabras
no es más que vómito.
Al indigesto mundo banal
dimos forma.
La lengua es un trapo maltrecho
que enmienda el uso y corta su vientre
para cubrir otros órganos.
Si ingiero para siempre, de un tajo,
su acero esta noche pasmada al final,
encontraré un baño adecuado
donde ordenar mi esfínter,
y me destruiré
porque ya dije demasiado.
Poema y fotografía: Niñe Nadie