Poema: Niñe Nadie
Ilustración: Niño Cítrico
Agua
Agua,
como piel al rostro
y hasta el fondo de molly
mi cabeza.
La luz escasa del cielo magenta
me sigue,
cuando arrojo al aire con sentencia:
“sentir cansa” y “sé lo que tú quieres,
papi”. Eso te digo al oído,
ya que adormezco.
Confúndeme vivo, en el daño; soy tu pequeño cielo
sin transcurso del tiempo; estoy inconcluso,
pero arroja tu cuerpo a mi adentro.
Entiérrame, por favor, al vacío, contigo,
y dibuja ante la noche su otra manera,
su nueva normalidad, mi ombligo que tientas,
y alarga esta vez tu dedo,
hasta que me habites.
Aunque tengo tu nombre escrito en el papelito
sobre el refri,
“llámame como quieras”, gritas
cuando nos devora la máquina del sol nocturno.
Soy en tu contingencia o
soy en la muerte tu risa.
Pero más soy tu extremo, su liquidez,
aquella que nadie conoce.